Exposición personal a radiaciones no-ionizantes generadas por redes Wi-Fi en espacios interiores


El Instituto de Salud Carlos III publicó hace tres años un documento elaborado por Silvia de Miguel Bilbao que sigue plenamente de actualidad sobre la evaluación de las nuevas condiciones de exposición personal a radiaciones no-ionizantes generadas por redes Wi-Fi en espacios interiores.

Según señala la autora, hoy en día existe una exposición muy notable a radiaciones no ionizantes, tanto en entornos interiores como en exteriores debido al espectacular auge de los sistemas de comunicaciones inalámbricos. En particular, en entornos interiores, ha aumentado el uso de las tecnologías inalámbricas de corto alcance, siendo la banda de frecuencia de 2.4 GHz la más empleada por los dispositivos de comunicaciones personales.

Para medir los niveles de exposición a los campos electromagnéticos (CEM) en localizaciones próximas a la superficie del cuerpo humano se utilizan los dosímetros personales además de para cuantificar los niveles de radiación a los que está expuesto el usuario en un instante concreto. Sin embargo se ha comprobado que los resultados obtenidos no son del todo fiables. En concreto se ha detectado que la presencia del cuerpo humano reduce los límites obtenidos y según la autora es posible “caracterizar la subestimación de los niveles de exposición registrados mediante modelos de simulación”.

En este estudio “se proponen técnicas de modelado y validación experimental de la perturbación de las medidas registradas por dosímetros personales llevables, debido al efecto sombra del cuerpo del usuario, en recintos interiores, y en condiciones de movimiento. Con ello se pretende aportar un mayor conocimiento de los inconvenientes asociados al uso de dosímetros personales, y proporcionar protocolos de medición que permitan obtener datos más fiables”.

Los dosímetros personales se emplean para medir los niveles de exposición a los campos electromagnéticos (CEM). Estos dispositivos introducen una perturbación debido a la presencia del cuerpo humano. Es posible modelar esta alteración de los niveles de exposición detectados en medidas experimentales mediante técnicas de simulación.

Se propone la implementación de un modelo teórico que permita caracterizar y modelar este fenómeno en entornos interiores y en condiciones de movimiento. Se ha comprobado que la subestimación ocasionada por el efecto del cuerpo humano depende de las dimensiones del recinto.

Los resultados teóricos del informe han sido verificados mediante la realización de varias campañas de medidas. Se han comparado los valores obtenidos y las funciones de distribución acumulada (FDA) de los resultados experimentales y teóricos, con el fin de aportar fiabilidad al modelo propuesto. Se ha comprobado el ajuste de las FDAs obtenidas con las funciones de distribución características de los niveles de exposición a radiaciones no ionizantes en recintos interiores.

Y por último, con la finalidad de compensar los efectos de este fenómeno, y eliminar la incertidumbre en los datos de exposición a los CEM proporcionados por los dosímetros personales, se ha discutido el uso de los factores de corrección como posible alternativa.

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