Si hay un día para casi todo, ¿por qué no un día del abrazo en el trabajo?
Una encuesta realizada por la firma de recursos humanos The Creative Group en la que participaron 400 empleados de empresas de marketing y publicidad dedicados a la contratación de personal, reveló que el 65% cree que abrazar a un compañero de trabajo resulta algo bastante común. Además más de la mitad de los participantes en la encuesta aseguró que prefiere recibir a un cliente con un abrazo antes que con un apretón de manos, pues de esta forma se crean vínculos más cercanos y aumentan la confianza, algo fundamental a la hora de hacer negocios, principalmente si hablamos de comerciales.
Sin embargo, para los seguidores del abrazo en el trabajo existe una línea roja: no se puede abrazar a alguien si no hay reciprocidad, principalmente si es un cliente, es decir, dejaremos que sea la otra parte la que marque el nivel de intimidad que va a presidir nuestra relación laboral.
En este sentido es importante destacar la situación de John Lasseter, cofundador de Pixar, que tuvo que abandonar su puesto de trabajo después de que se presentaran quejas sobre sus abrazos no deseados en el ámbito laboral. Se despidió diciendo «Me disculpó con todos los que hayan recibido un abrazo o cualquier otro gesto no deseado de mi parte».
Dejando a Lasseter y sus conflictos con los abrazos, la célebre Universidad de Berkeley llevó a cabo un estudio en el que se demostró el poder de la comunicación táctil para fomentar la cooperación y el soporte mutuo: un ligero toque consensuado puede acrecentar la sensación de confianza y reducir la producción de cortisol, la hormona de la tensión nerviosa. Un toque, un contacto reconforta y te ayuda a seguir en un mal momento, te demuestra que no estás sólo, que hay otros que te apoyan, aunque sea moralmente, a llevar tu pesada carga en un duro día laboral. Por cierto, las sonrisas también ayudan, practícalas de vez en cuando, son gratis.
Sin embargo, es importante aclarar que cuando hablamos de abrazos tendemos a asociarlos al lado emocional, cuando más que una muestra de afecto, los abrazos son verdaderas dosis de bienestar tanto para nuestro organismo como para nuestro estado de ánimo.
Los abrazos tienen efectos:
- Curativos: abrazar supone liberar endorfina (hormona de bienestar) y dopamina (la del placer). Es una dosis antiestrés natural que permite disminuir ligeramente el dolor de espalda y juega un papel importante en la salud.
- Creadores de vínculos sociales: gracias a la liberación de una hormona llamada oxitocina (hormona que se libera cuando se socializa).
- Mejoran el estado de ánimo, debido a la dopamina y a la oxitocina que liberan como señalábamos anteriormente.
En cuanto a los beneficios para la empresa también podemos señalar algunos: reducción de absentismo y mejora del ámbito laboral con un coste cero, bueno cero tampoco, con el coste de un abrazo.
Sin embargo, una última apreciación, principalmente después del movimiento #MeToo, si te animas a celebrar el día del abrazo en tu empresa:
El abrazo no va a tener ninguna connotación sexual y debe durar más de 10 segundos para que tenga efectos beneficiosos.