La Policía Nacional y un juzgado de Paterna investigan las causas de un posible accidente laboral ocurrido en una empresa de revestimientos de la localidad el día 26 de julio. Un operario perdió la vida tras desplomarse mientras limpiaba una caldera de disolvente en la citada industria. Una de las hipótesis que se planteaban es que pudiera haberse visto afectado por la inhalación de vapores tóxicos.
Al parecer, la víctima se encargaba de limpiar una caldera de unos dos metros de altura a la que accedió con una escalera en su interior. Se ignora si accedió por ella o simplemente la había colocado para acceder a las partes más altas del depósito.
Mientras realizaba su tarea se desplomó en el interior de la cuba, que todavía albergaba un poso de disolvente en su parte baja. Como es lógico, al ver que el hombre estaba tendido y no respondía los testigos dieron la voz de alarma.
Los bomberos tardaron muy poco tiempo en llegar a la empresa, y cuando los efectivos accedieron al interior del depósito todavía manaban algunos vapores. Como marca su protocolo de seguridad, los bomberos penetraron en la zona crítica con los correspondientes equipo de respiración autónoma para evitar cualquier posible intoxicación. Al parecer, el trabajador no llevaba en ese momento ninguna protección de tipo respiratorio.
El tiempo corría en contra y los bomberos prepararon un sistema de arneses para extraer al hombre. Fue izado hasta el exterior de la caldera y, una vez fuera, los bomberos de Paterna comenzaron a practicarle maniobras de reanimación hasta la llegada del SAMU.
Pero el operario seguía inconsciente y no revivía. Cuando llegó el equipo sanitario continuó con maniobras de reanimación cardiopulmonar avanzada. Así estuvieron más de media hora con la esperanza de recuperarlo. Pero no hubo manera. Finalmente, constataron la hora de la muerte y todo quedó en manos del juzgado de guardia.
La Policía Nacional se entrevistó con testigos y su unidad de Policía Científica tomó muestras. El Consorcio Provincial de Bomberos desconocía el producto disolvente que se almacenaba en esta caldera. Está pendiente un análisis judicial de restos recuperados en el fondo para aclarar este extremo. En segundo lugar, la autopsia determinará si el hombre pereció de manera accidental al inhalar vapores tóxicos en el depósito o si su muerte sobrevino por causas naturales.
El 27 de julio dos operarios fallecieron en un accidente laboral ocurrido en la estación depuradora de Corella, Navarra. El suceso ocurrió cuando, por causas que investiga la Policía Foral, los trabajadores cayeron a un pozo de registro con aguas residuales de unos tres metros de profundidad.
El rescate de los cuerpos resultó muy complicado porque los cadáveres se encontraban en un conducto de alrededor de un metro de diámetro según informó el Gobierno de Navarra.
Será la autopsia la que determinará la causa del fallecimiento, aunque la ausencia de oxígeno podría haber provocado el desvanecimiento de las víctimas y su posterior ahogamiento.
