Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) han desarrollado un sistema de medición de vibraciones en entornos laborales basado en un reloj inteligente y han evaluado las oportunidades futuras para su aplicación en el ámbito de la prevención de riesgos laborales.
Puesto que la exposición a las vibraciones en el puesto de trabajo son una de las causas de enfermedades profesionales, el grupo de Investigación en Instrumentación y Acústica Aplicada (I2A2) de la UPM llevó a cabo un proyecto cuya finalizar era analizar las posibilidades de uso de los relojes inteligentes en el ámbito laboral como solución tecnológica para la evaluación de la exposición a las vibraciones que afectan al sistema mano-brazo.
Como resultado de sus investigaciones han desarrollado un dispositivo que podría utilizarse para obtener una mejor representatividad de los niveles de exposición ya que debido a su facilidad de uso, portabilidad, conectividad inalámbrica y autonomía, el trabajador puede llevarlo durante toda la jornada laboral, permitiendo así identificar los riesgos para posteriormente poder evitarlos.
Los investigadores de la UPM, han analizado la viabilidad de uso de la tecnología wearable y han propuesto posibles aplicaciones y futuras soluciones que ayuden a mejorar la metodología existente para la valoración de la exposición a las vibraciones, todo ello basándose en el uso de sensores de bajo coste denominados MEMS (Micro Electro Mechanical System) que están disponibles actualmente en la mayoría de los relojes inteligentes.
Los sensores MEMS presentan un gran potencial futuro para ser utilizados en numerosos ámbitos de la prevención de riesgos laborales. Mediante el análisis de la señal proporcionada por estos sensores, en un futuro será posible detectar la exposición a la vibración de forma precisa, fácil y con mínimo coste, según los investigadores.
A partir de los resultados obtenidos en el proyecto se han podido caracterizar diversos sensores de vibraciones de relojes inteligentes comerciales, lo que ha permitido identificar sus limitaciones, posibles usos y potencial futuro en diversas aplicaciones relacionadas con la evaluación de riesgos laborales en el puesto de trabajo, como por ejemplo la detección de movimiento y actividad, la detección de lesiones musculoesqueléticas, la detección y prevención de caídas, o la detección de la exposición a determinados agentes físicos, como las vibraciones.
Sin embargo, en el trabajo también se ha identificado que la integración de estas soluciones aún no está plenamente madura debido a la falta de un marco común para el desarrollo que permita hacer uso de las características y ventajas proporcionadas por la tecnología wearable, aprovechando las tecnologías de la información y la comunicación para crear un sistema completo para la gestión, la formación y la sensibilización de los trabajadores, así como para formar parte de sistemas de gestión de riesgos integrados en el concepto de industria 4.0.
Según Ignacio Pavón, investigador responsable del proyecto, “podemos decir que, aunque hemos encontrado algunas limitaciones técnicas, también hemos identificado oportunidades de mejora. En la actualidad, este tipo de dispositivos son menos precisos que los equipos específicos, sin embargo, esta tecnología se prevé que incremente su precisión en un futuro próximo, cuando los dispositivos inteligentes de consumo obtengan un mayor rendimiento en sus sensores, componentes electrónicos asociados y autonomía de sus baterías”