Una sentencia reconoce la epicondilitis o “codo de tenista” como enfermedad profesional a una trabajadora de la limpieza


La sentencia del Juzgado de lo Social Nº1 de Eibar (Guipúzcoa) considera probado, en base a la evaluación de riesgos y los protocolos aplicados en la vigilancia de la salud, que las condiciones de trabajo «incluyen sobreesfuerzos, manipulación manual de cargas, movimientos repetitivos y posturas forzadas», estimando por ello que «la patología de la demandante tiene su causa en el ejercicio de su profesión habitual”, por lo que se trata de una enfermedad profesional.

La demandante es una trabajadora de la empresa UNI2 (Unión Internacional de Limpiezas SA), que desempeña habitualmente su trabajo en la Escuela Pública IB Itzio de Eibar y que permaneció de baja por epicondilitis en dos periodos, en un primer momento entre el 28 de abril de 2017 y el 30 de junio de 2017 y posteriormente entre el 1 de septiembre de 2017 y el 12 de diciembre de 2018.

El responsable de salud laboral de CCOO de Euskadi, Alfonso Ríos, ha considerado que la sentencia es “de gran importancia» y supone «un avance en el reconocimiento de la epicondilitis como enfermedad profesional en el sector de la limpieza, siguiendo el camino marcado en su día por el Tribunal Supremo que reconoció el síndrome del túnel carpiano como enfermedad profesional para este sector”.

La epicondilitis o codo de tenista es una inflamación de los tendones de los músculos extensores de la muñeca y de los dedos situados en la cara lateral externa del codo, en concreto, en su inserción en la región ósea conocida como epicóndilo lateral, y no debe confundirse con la epitrocleítis o codo de golfista, donde el dolor se localiza en la cara interna del codo.

Aparece generalmente por sobrecarga de esos músculos, al realizar movimientos repetitivos en los que se realiza la extensión de la muñeca y supinación del antebrazo (que hace girar la mano de dentro a fuera) o poner la mano hacia el techo, explican desde la vocalía nacional de Ortopedia del Consejo General de COF.

Se le llama codo de tenista porque se creía que era muy frecuente en tenistas, aunque no es específica de deportistas, sino que afecta a la población en general y, sobre todo, a determinadas profesiones. Es muy frecuente en gente que trabaja mucho con el ordenador, por el manejo del ratón, en jardinería, carpintería, amas de casa, personal de limpieza (pues el el movimiento de barrer, de arriba a abajo, es el mismo del tenista) y también en camareros.

Esta dolencia suele aparecer en personas a partir de 35 años, y tiene asociado factores de riesgo, como la obesidad, aunque algunas estadísticas también apuntan al tabaquismo. La explicación puede ser que los fumadores crónicos tienen una arteriosclerosis periférica, o lo que es lo mismo, que el aporte sanguíneo a las regiones periféricas es un poco más bajo.